Internet se ha convertido en nuestra principal fuente de información, pero siempre no fue así.

Internet se ha convertido en la principal fuente de información para la población mundial. Esto nos obliga a todos a disponer de dispositivos electrónicos y a estar conectados a la red, tanto en casa como fuera de ella. Esta es una realidad que tiene poco más de dos décadas de existencia. Veamos cómo han ido variando los canales de información a lo largo de la historia.

Dice el medio de comunicación Extradigital que el 82% de la población mundial se informa a través de internet. Esto no solo hace referencia a seguir la actualidad, sino a recabar información sobre cualquier asunto que nos interese. Desde informarnos de los pros y contras de un producto que queremos adquirir hasta conocer un dato histórico que nos despierta curiosidad.

El 92,1% de los usuarios accede a internet por medio de su teléfono móvil. Tenemos acceso a la información a cualquier hora del día y en cualquier sitio que nos encontremos. De hecho, hoy el móvil, lo utilizamos más para informarnos e interactuar por la red que para hablar por teléfono.

Por eso le damos tanta importancia a estar conectados en todo momento. A tener wifi en casa y datos en el teléfono. Esto ha motivado la proliferación de operadores móviles. Los usuarios no buscan tanto tener un contrato con una gran compañía, sino trabajar con un operador que les preste un buen servicio a un buen precio. Carmen, una chica de Sevilla, nos dice que se cambió a un nuevo operador llamado Oroc porque vio una oferta atractiva sobre cantidad de datos disponibles para su teléfono. Luego decidió quedarse porque le prestaba un servicio mejor que su anterior compañía. Este es el esquema de pensamiento que tenemos la mayoría.

Pero, antes del auge de internet, ¿Cómo nos informábamos la gente?

En la antigüedad.

Dice el Diario de Sevilla que Julio Cesar creó el antepasado de los periódicos el año 59 antes de Cristo, con las llamadas “Actas”. Introdujo en el Senado romano unos escribientes que se dedicaban a recoger las resoluciones que aprobaba este órgano de gobierno y a reflejarlo en unos papiros que iban circulando por todo el imperio a modo de cartas.

Debido a la popularidad que alcanzó este medio, progresivamente se fueron incluyendo en estos documentos asuntos de interés general que no se habían tratado en el senado, como victorias militares o logros alcanzados en otras provincias romanas.

Casi al mismo tiempo que surgió la prensa oficial, por así decirlo, apareció la prensa crítica. El senador Cicerón redactaba su propia versión sobre lo que pasaba en el senado a través de cartas que llamaba Crónicas, y que enviaba a ciudadanos afines. Las Crónicas de Cicerón se siguen estudiando hoy en día en institutos y universidades para aprender latín.

Como la mayoría de la población era analfabeta, las actas se resumían y se leían en público en los lugares más concurridos de Roma por medio de los “pregoneros”. Ciudadanos romanos contratados por el senado para que difundieran las noticias.

Junto a los escribientes del senado, había otra figura independiente que se llamaba “subrostani”, informadores que vendían noticias que aseguraban conocer de primera mano. Una figura parecida a los actuales periodistas “freelance”.

Digamos que las actas y los pregoneros era la información oficial, la extraoficial corría por los mercados. Los comerciantes que llegaban de otras partes del mundo no solo traían mercancías para vender, sino también noticias que se estaban produciendo en otras partes del imperio o fuera de él. Por los mercados se montaban corros para comentar las noticias, eran los llamados “mentideros”. Para estar bien informado, un ciudadano consideraba que debía moverse por el foro, la plaza pública en la que se instalaba el mercado.

Los periódicos.

En el renacimiento se puso de moda que determinadas personalidades que estaban acometiendo una proeza histórica recogieran su actividad diaria en unos manuscritos llamados diarios. Esto era habitual entre los primeros marinos portugueses que bordeaban las costas de África en dirección a la India. Eran los llamados diarios de a bordo. Cristóbal Colón escribió un diario en su primer viaje a América. Con el desarrollo de la imprenta, estos diarios se imprimían en papel y se distribuían como libros.

Entre 1401 y 1449, dos comerciantes diferentes, recogieron la crónica de París en un libro que se publicaba cada cierto tiempo llamado “Diario de un burgués de París”.

El primer periódico impreso, tal y como lo conocemos en la actualidad, aparece en Estrasburgo en 1605, el Strassburger Relation. En 1645, la reina Cristina de Suecia funda “El boletín de informaciones nacionales”, que se publicaba semanalmente. Su periodicidad era importante, ya que además de contener información política, en él se publicaban los edictos de embargos y bancarrotas que ordenaba la corona.

A lo largo del siglo XIX, los periódicos alcanzaron una gran notoriedad. Se descubre que no solo sirven para difundir noticias, sino para propagar ideas y crear climas de opinión. Los periódicos serán fundamentales para la extensión y organización del movimiento obrero. Anarquistas y marxistas sacarán sus propios periódicos para difundir sus ideas entre los trabajadores. Lenin preparó la revolución rusa por medio de un periódico llamado “Iskra” que distribuían los bolcheviques.

Después de la primera guerra mundial, la prensa se convierte en un instrumento para combatir los abusos del poder. En Estados Unidos, en los años 20, se le llega a calificar como el 4º Poder, debido a la influencia que ejercía sobre la opinión pública. Esto hace que los empresarios más poderosos monten sus propios periódicos o compren los que ya existen, cuando una buena parte de la prensa hasta ese momento era independiente.

La radio.

Giuseppe Marconi fabrica el primer aparato de radio en 1896, aprovechando patentes previas de Nicola Tesla. En un primer momento, funciona como un aparato de comunicación a distancia, como lo era el telégrafo. En la primera guerra mundial se utilizó con fines militares.

Hay que esperar a 1920 para que la radio se convierta en un medio de comunicación de masas. Ese mismo año se funda en Detroit (Michigan, EEUU) la emisora 8MK, hoy llamada MMJ, propiedad del periódico Detroit News. El uso de la radio como medio de comunicación se propaga rápidamente por todo el mundo. En 1922 se crea en Londres la British Broadcasting Corporation (BBC) con dinero público, y a finales de 1923, Radio Ibérica, en Madrid, empieza a emitir con cierta regularidad.

Las primeras emisiones de radio tienen una duración limitada. Normalmente, unas 3 o 4 horas por la tarde. Es durante la década de los años 30 cuando se empieza a generalizar su uso por toda Europa y América. Se venden cada vez más aparatos receptores de radio, que en un principio eran fijos, y aumenta considerablemente el número de oyentes.

La radio supone un avance significativo respecto a la prensa escrita. Permite comunicar las noticias con una mayor rapidez. No es necesario esperar a la edición impresa del día siguiente para conocer los acontecimientos. Por otro lado, permite utilizar los medios de comunicación como un instrumento de entretenimiento, algo que la prensa escrita, a pesar de existir revistas temáticas, no había conseguido resolver del todo. Intercalados con los boletines informativos, las emisoras de radio, difunden música y programan radionovelas. Algunos de sus programas se emiten con público y música en directo.

La calidez de la voz humana y la facilidad para realizar otras actividades mientras se escucha la radio, han hecho que este medio de comunicación perviva a lo largo del tiempo, a pesar de los avances tecnológicos que han llegado después. De hecho, los pódcast de internet, tan populares en estos momentos, beben del formato de la radio.

La televisión.

La televisión es el gran medio de comunicación de masas de la segunda mitad del siglo XX. Si la generación milenial ha crecido al cobijo de internet y las redes sociales, sus padres lo hicieron delante de la televisión.

La transmisión de imagen por cable la crea el inventor escocés John Logie Baird en 1927. El invento se va perfeccionando poco a poco, empezando a utilizar hondas herzianas en lugar de cables y perfeccionando los medios técnicos para mejorar la imagen. Los primeros aparatos de televisión funcionaban con 8 líneas, frente a las 365 que se tenían los televisores en los años 80, por lo que la calidad de imagen era bastante deficiente.

En 1936, la BBC británica empieza transmitir por televisión regularmente. Al principio, la televisión era un medio elitista, solo al alcance de unos pocos bolsillos. Comienza a popularizarse en Estados Unidos y Gran Bretaña en los años 50, en el resto de Europa a finales de esa década y en España 10 años más tarde.

Hasta 1990, en nuestro país, solo emitía por televisión RTVE, un ente público. A partir de ese año se liberaliza la emisión y aparecen las cadenas privadas. Desde entonces, la televisión vive todo un proceso de evolución hasta llegar a la televisión a la carta de hoy en día y las emisiones en streaming.

La información por internet es fruto de un proceso de desarrollo tecnológico en la transmisión de la información.

 

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