Entendiendo el jazz

¿Es un estilo musical? ¿Una variación? ¿Una mezcla de estilos? Si me preguntaran que es el jazz, no sabría que decir. Tendría que consultar a Canciones de Jazz, experto en técnicas de jazz para poder contestar. Conocemos de sobra el término y la asociamos de forma inmediata a una serie de músicos que tocan con mucho sentimiento, instrumentos como el saxofón o el piano. Lo hemos visto en muchas series y películas, pero nuestra cultura tipical spanish, no ofrece el jazz como una opción de ocio muy habitual. Eso no quiere decir que en España el jazz no exista, solo que se trata de algo más cool que tienes que buscar para encontrar. En ese aspecto, reside parte de su belleza, resulta casi clandestino.

Si la curiosidad mató al gato, yo estoy en el camino hacia el patíbulo, pues el asunto del jazz ha captado mi atención y llamado a mi curiosidad. De tal manera que me he propuesto improvisar (una de las bases del jazz) sobre la marcha y tratar de entender y explicar al mismo tiempo de que va esto del jazz.

Los entendidos, aseguran que la historia de la música moderna, no puede concebirse sin el jazz. No se trata de unos de los estilos musicales más populares entre los más jóvenes, ni tampoco entre los menos jóvenes, pero hay que decir que el jazz, constituye todo un universo de complejidad musical que ha sido capaz de influir en, prácticamente, la totalidad de la música moderna.

Ocasionalmente, el jazz, se presenta como un genero musical, un estilo. Sin embargo, la realidad es que se trata de un universo que va más allá de un solo estilo en el que encasillarlo. Con el jazz, sucede algo similar a lo que ocurre con la música clásica: se considera un idioma musical, una familia de estilos que, compartiendo características comunes, son capaces de representar la complejidad global de su práctica musical.

Orígenes

 

Todo estilo musical es el resultado de la evolución y la mezcla de otros estilos. El jazz, no es una excepción. Para su creación, se vieron mezclados ritmos de la comunidad negra estadounidense como el blues, la música espiritual y el ragtime, música popular, instrumental, vocal y baile que se consideraba como una de las primeras formas musicales africanas que, derivó de la marcha y se caracterizó por las melodías sincopadas.

Lo que viene a decir que, como el jazz, se componía rompiendo la regularidad del ritmo, mediante una acentuación en una nota débil.

Ahí tenemos el batido de orígenes que dieron como fruto el jazz original. El que conocemos hoy en día, nació en las calles de Nueva Orleans, en la costa de Luisiana, donde confluían desde el siglo XIX los elementos clave para que surgiera a finales de ese siglo y primeros del siguiente.

De un lado la cultura hispano francesa que vivía en la ciudad; por otro, la comunidad negra, tan arraigada a sus propias costumbres como azotada por ellas; entre ambas, las bandas musicales que gozaban de una potente presencia social y una gran predilección por las marchas. En el último peldaño, nos encontramos con el rápido desarrollo de un grupo social criollo compuesto por los hijos de inmigrantes blancos y esclavos negros.

Pese a lo que pueda parecer, los criollos, gozaban de una condición bastante privilegiada que les permitía el acceso a la educación musical clásica, a la vez que conservaban y trataban de preservar su cultura africana, procedente, generalmente, de la madre.

Dentro de un contexto social como era el de la bulliciosa y cultural Nueva Orleans a principios de siglo XX, esta mezcla se convirtió en el caldo de cultivo ideal para que naciera un nuevo género musical: el jazz que, cambiaría las reglas de la música de forma perpetua, merced a la improvisación.

Que lo convierte en jazz

Al principio de este post, alegaba que no sería capaz de definir el jazz. Lo cierto es que no andaba muy desencaminada, parece ser que definir este tipo de música es muy complejo, debido a la enorme variedad de subtipos que podemos encontrar. Pero podemos saber si lo que escuchamos es jazz si se reúnen los siguientes elementos o condiciones:

  • Improvisación. Si en algo reside la base y el fundamento del jazz, es la improvisación de la que se valen los músicos que empastan sin mantener un orden preestablecido, ni disponer de partitura, los sonidos de sus instrumentos y la voz, en el caso de que este presente.
  • Los solos. Son importantes y elementales. La clave del buen jazz, reside en esos solos que, improvisados, hacen cada uno de los instrumentos que participan en la sesión.
  • Llamada y respuesta. Es la estructura clásica de todo tema de jazz, algo que comparte con el blues y es característico de la música negra de los campos de algodón.
  • Notas de blues que, siendo originarias del mismo, son utilizadas en el jazz para aportar ese toque melancólico tan propio.
  • Melodías sincopadas y polirritmia, como gran característica desde sus orígenes.
  • El swing, esa cualidad rítmica especial con la que los primeros artistas de jazz, lograron un estilo propio e inconfundible. El swing, que terminó dando nombre a un subgénero del jazz, es ese efecto que se produce cuando a la primera corchea de cada compás, se le da más duración que a la segunda y hace que, hasta el más inexperto, sepa que está escuchando jazz.

En cuanto a los instrumentos típicos o clásicos del jazz, es fácil adivinar cuales son: trompetas, saxofones, pianos, baterías, contrabajos, bajos, teclados eléctricos o pianos, clarinetes, tubas e incluso, la voz. La gran mayoría de los instrumentos de viento o cuerda punteada, pueden formar perfectamente, parte de una banda de jazz.

La improvisación es un elemento crucial para el jazz, puesto que hace que este tipo de música se convierta en el paraguas de muchos otros subgéneros. Los ritmos del jazz hacen que, instrumentistas y vocalistas de todo el mundo, creen sonidos muy diferenciados entre si desde hace décadas.

A lo largo de la historia del jazz, han ido surgiendo otros subgéneros de este peculiar concepto musical. Cronológicamente, este fue su orden de aparición:

  • Hot jazz o jazz tradicional, que surge en Nueva Orleans antes de mil novecientos treinta.
  • El swing, como evolución del hot jazz, surgido pasados los años treinta del pasado siglo que cuenta con la incorporación de la batería y el uso del riff.
  • Posteriormente, el bebop. Estilo que surge en los años cuarenta y reúne a bandas más pequeñas que todavía pueden dar más espacio a la improvisación.
  • Cool jazz, otro subgénero que nace de la mano de Miles Davis en los años cincuenta y acerca los sonidos del jazz a la música clásica europea, ralentizando su ritmo y dejando un menor margen a la improvisación.
  • En convivencia con el anterior, el hard bop, reconecta el blues y el góspel.
  • La década de los sesenta, rompe todas las reglas en muchos sentidos, siendo el free jazz el resultado de un subgénero que los músicos tocan con total y absoluta libertad.
  • En la misma línea, aparece el shooth jazz, surgido en los setenta, influenciado por el pop, el r&b y el funk.
  • Durante los noventa, se crea otro subgénero que, si bien no sería el último, rompió todas las reglas: el acid jazz, acercaba el jazz a la música de baile.

Son muchos los artistas que conocemos gracias al jazz, entre ellos, podemos señalar a Louis Armstrong, Nina Simone, Billie Holiday o Kamasi Washintong. Muchos artistas y músicos actuales, aluden al jazz para componer sus repertorios, como hizo la popular Rosalía en uno de sus discos.

Es tal el valor cultural que posee el jazz, la riqueza de sus ritmos, sus melodías, la historia que cuenta cada improvisación que, desde el año dos mil once, las Naciones Unidas, celebran cada treinta de abril, el día internacional del Jazz. La finalidad de esta fecha es ensalzar el valor y concienciar sobre este lenguaje universal como motor para la paz, la unidad, el diálogo y la cooperación entre naciones.

El jazz deja de ser solo una música para convertirse en el vehículo mediante el cual se crean las comunidades más justas, empáticas e inclusivas. En palabras de Nina Simone “no es solo música, es una forma de vida, una forma de ser y una forma de pensar”.

Tras este recorrido por la historia y orígenes del jazz, me ha quedado más que claro que, efectivamente, se trata de algo más que música. Aunque quizá podríamos decir lo mismo de casi todos los estilos musicales. Las melodías son las emociones que el músico deja salir a través de su instrumento. Que posean o no letra, es lo de menos. ¿Cuántas veces una simple melodía, nos pone los pelos de punta, nos invita a bailar, a gritar o a soñar? Al final se trata de eso, de improvisar, de dejarse llevar por las notas que arrastran esas melodías. No es cuestión de entender el jazz, es cuestión de sentirlo. Nada más.

 

 

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