Saber vestir, condición indispensable para el artista

Vestir ha sido, es y será una de las cuestiones inherentes al ser humano que más importancia han tenido para el correcto desarrollo tanto de su carrera profesional como de su vida personal. Aunque es cierto que cambia sustancialmente de hombres a mujeres, lo cierto es que la importancia de la vestimenta es algo que tanto unos como otras defienden a ultranza. Las pruebas de que la vestimenta es la mejor carta de presentación con independencia del tipo de lugares al que acudimos son más que obvias.

Si hay eventos en los que no se permiten errores en lo que tiene que ver con moda, esos son los que guardan relación con la cultura o el arte. Ser culto o ser un artista se demuestra en gran medida a causa de cómo viste una persona en determinados momentos, especialmente en aquellos en los que los medios de comunicación se dan cita. La repercusión de esta clase de citas hace que sea mejor no equivocarse en la elección de las prendas en días así.

En el mundo del arte, en el de la literatura, en el de la música… en todos hay un nexo común. Cada cual tiene su propio estilo y busca con eso ganarse a unos fans o a un grupo de apoyo. Crear tendencia con la manera de vestir es una de las mejores formas que tiene un miembro de este tipo de sectores para mostrar que su trabajo tiene éxito y que es defendido por un número determinado de personas. En gran medida, la manera de vestir de personajes como Angelina Jolie, Ken Follett o Madonna han sido los pilares de su enorme trayectoria profesional.

En toda clase de eventos hay un protocolo de vestimenta que es mejor seguir para evitar una mala crítica por parte de los medios de comunicación de los que hablábamos anteriormente. El protocolo puede ser de lo más variado y deja poco margen para la imaginación. Así es como lo divide el portal web Evento Empresa BCN en su página web oficial.

  • En primera instancia, el vestuario de etiqueta, que es solamente utilizado en eventos de gala y que en el caso de las mujeres es más amplio que en el de los hombres.
  • El vestuario formal es algo más amplio que el de etiqueta en ambos casos, pero también exige unas determinadas cuestiones en lo referente a sombreros y bolsos en el caso de las mujeres y en la elección del traje (que, por cierto, debe ser de corte clásico) en el de los hombres.
  • El vestuario informal es el más amplio y el que deja mayor margen para la improvisación.

En el mundo de la cultura es imprescindible acertar con lo que nos ponemos a la hora de acudir a un evento. Las profesionales de una entidad como HHG, una entidad dedicada a la venta al por mayor de prendas de ropa femenina, aseguran que las prendas que utilizamos a la hora de acudir a este tipo de eventos suponen una carta de presentación tan importante (e incluso, a veces, superior) como la obra que vamos a presentar al público y a los medios de comunicación, un argumento lo suficientemente potente como para n dejarlo de lado.

Cultivar nuestro estilo, fundamental desde el inicio

Cada año “nacen” miles y miles de artistas en diferentes ámbitos de nuestra cultura: en el de la pintura, en el de la literatura (el más poblado), en el del cine… Los trabajos que se presentan en esta clase de ámbitos son muy buenos, pero a menudo no hay sitio para todos ellos en el mercado. La diferencia puede encontrarse en el más absoluto detalle. Y ese detalle puede ser el marcado por el estilo o la elegancia del autor a la hora de vestir. Cultivar esa cuestión desde el principio de nuestra carrera es entonces fundamental para que ésta llegue a buen puerto.

Con el paso de los años y las décadas, nos daremos cuenta de que la importancia de saber vestir seguirá siendo una de las mejores armas con las que cuentan los artistas para convencer, primero, a aquellas personas que decidirán su futuro y, segundo, a todos aquellos que posteriormente se declararán sus fieles seguidores. Los beneficios son cuantiosos y la molestia es mínima. Se sale ganando se mire por donde se mire.