El flamenco, aunque muchísimo más arraigado en el sur de España, es un género musical nacional que también se da mucho en zonas de Extremadura y la Región de Murcia. Nació a finales del s.XVII, en la baja Andalucía, donde destaca el barrio de Triana (Sevilla) donde también tienen mucho arraigo las conocidas sevillanas.
El baile de las sevillanas surgió a partir de las seguidillas castellanas, también en el siglo XVII, cuando empezaron a crear canciones y bailes aflamencados que luego se conocerían como sevillanas. Sin embargo, o fue hasta 1847 cuando empezaron a reconocerse como género propio, separado del flamenco, por lo que podríamos decir que la raíz de ambos géneros viene a ser muy similar.
El flamenco fue declarado por la UNUESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en noviembre de 2010 y su popularidad es tal que actualmente se baila en todo el mundo: Hispanoamérica, China, Japón, Estados Unidos, etc.
En Sevilla es fácil localizar los típicos “cafés cantantes”, locales nocturnos donde los espectadores pueden beber copas mientras disfrutan de espectáculos musicales, pues es la ciudad por antonomasia del cante y baile flamenco.
Ahora bien, intentar disfrutar del verdadero arte flamenco no es sencillo pues la oferta es tanta y tan variada que es muy fácil acabar en un local donde quienes bailan son aficionados con poca experiencia. Si realmente se quiere apreciar la cultura sevillana es mucho más cómodo contratar una visita guiada que inclusa este tipo de experiencia. En Visitours se pueden encontrar varias opciones.
También es bastante común acabar comprando un traje flamenco como recuerdo de la visita a la ciudad pero muchos turistas acaban comprando el típico “disfraz” de sevillana que luego se llevan a sus países para lucir sin saber que eso no es exactamente el verdadero traje flamenco. El Duende de Sevilla, conocido por su moda adulta e infantil, es una de las opciones más acertadas si queremos comprar un auténtico traje flamenco.
Dónde escuchar buen flamenco en Sevilla
Las peñas flamencas son la mejor opción pues los espectáculos que ofrecen cuentan con el beneplácito de verdaderos seguidores de esta cultura. Una de las peñas más emblemáticas es Torre Macarena, en la calle Torrijano 29. Su apertura tiene lugar sobre las 21:00 y el precio de la entrada ronda los 10 euros.
Otra opción es “La casa de la Guitarra”, que hace un espectáculo diario a las 19:30 y otro a las 21:00, en la calle Mesón del Moro12. Es un poco más caro, unos 17 euros la entrada, pero merece la pena.
“La sala Joaquín Turina”, gestionada por el propio Ayuntamiento de Sevilla, es el lugar perfecto para ver a artistas locales. En la calle Laraña, 4 (lunes cerrado).
Y, como no, el tablao “El Arenal”. Aunque todos los tablaos están considerados una “trampa para los turistas” podríamos decir que este es la excepción que confirma la regla pues sus artistas y los espectáculos que ofrecen son una auténtica maravilla. Se encuentra en la calle Rodo7 y suelen hacer dos pases, unos a las 19:30 y otro a las 21:30. El coste de la entrada es de 38 euros con bebida incluida, si quieres tapas tendrás que pagar 60 euros y con cena 72.
La ópera flamenca
Entre 1920 y 1955 los espectáculos flamencos pasaron a ser celebrados en plazas de toros y teatros, bajo el nombre de «Ópera flamenca». Se trataba de un intento por expandir el flamenco, generalizarlo, diversificarlo y llevarlo a otras ciudades, pero eso provocó que su música sufriera cierto cambio empezando a ser más ligera y menos sobria, consiguiendo así un éxito social antes desconocido.
En contraposición, Federico García Lorca y Manuel de falla quisieron convocar un concurso de cante jondo en Granada, en 1922, que buscaba el purismo del flamenco. De aquel concurso nació Manolo Caracol, un niño de ocho años que acabó convirtiéndose en toda una figura mundial del flamenco.
La fusión
Aunque algunos crean que la fusión flamenca es cosa del siglo XXI, la realidad es que ya en la década de los 70, con la apertura de España al mundo y a su música, se empezó a ver a fantásticos artistas fusionando el flamenco con rumbas e incluso rock.