Vapear sin nicotina, una experiencia diferente.

En noviembre del 2022, la Unión Europea prohibió la comercialización del tabaco de sabores para los cigarrillos electrónicos. Los vapes se han vuelto a poner de actualidad. A estas alturas sabemos que ni vapear nicotina es sano, ni ayuda a dejar de fumar. Sin embargo, estos dispositivos dan la posibilidad de vapear sin tomar esta sustancia tóxica. Es una experiencia diferente.

En el año 2011 se prohibió en España fumar dentro de los bares, discotecas y lugares públicos. Hasta entonces se podía fumar en el trabajo, en los andenes del metro y en los trenes había vagones para fumadores. En los exámenes de la universidad dejaban fumar para que el alumno estuviera más relajado. En ese momento, los vapes irrumpieron en nuestro país con fuerza como una alternativa al tabaco.

Allá donde no dejaban fumar tabaco, como el interior de una cafetería, permitían entrar con un cigarrillo electrónico. “No contamina” – decían – “expulsa vapor de agua, no humo, no es perjudicial para la salud.” Muchos fumadores se pasaron al cigarrillo electrónico, ya que en un principio había más permisibilidad.

Muchos veían en los vapeadores una solución para dejar de fumar. Se pensaba que era más sano que los cigarrillos convencionales. Con el tiempo se ha demostrado que es otra forma de consumir tabaco y, por tanto, igualmente perjudicial. En lugar de inhalar el humo generado por la combustión, absorbes la nicotina diluida en el vapor.

Todos los expertos coinciden en señalar que la adicción del tabaco se produce fundamentalmente por la nicotina. Es una de las sustancias más perjudiciales. En la actualidad los fabricantes de vapeadores producen vapes desechables y líquidos para vapear sin nicotina, con sabor a frutas y refresco. Al no contener esta sustancia son menos adictivos y no generan los problemas para la salud que produce el tabaco normal.

En qué consiste vapear.

Vapear es una acción diferente a fumar. Mientras que fumando inhalas por la boca el humo producido por la combustión lenta del tabaco, vapeando inhalas vapor. Es más parecido al funcionamiento de las pipas de agua, las cachimbas árabes.

El cigarrillo electrónico consta de tres partes: una batería eléctrica, el atomizador y un cartucho con líquido para vapear. La revista médica Mejor con Salud explica que cuando el sujeto succiona por la boquilla, el vaporizador calienta el líquido que hay dentro del cartucho y libera vapor, que es lo que entra por la boca.

El líquido está formado por propilenglicol, glicerina vegetal, sabores y aromas sintetizados, y puede contener nicotina. Se ha demostrado que tanto la glicerina vegetal como el propilengol no son tóxicos si se toman por vía oral.

La toxicidad del vapeo proviene de los productos químicos que le proporcionan sabor, como la esencia de vainilla y el  cinmaldehído. Cuanto más sabor y más artificial sea el líquido más perjudicial es.

El problema se vuelve a situar en la nicotina. El componente más pernicioso y cancerígeno de los que pueda contener el líquido para vapear.

Vapear no ayuda a dejar de fumar.

Una buena parte de los fumadores que se han pasado al cigarrillo electrónico para dejar el hábito del tabaco, han regresado con el tiempo a fumar cigarrillos convencionales.

El vapeo puede contener un nivel de nicotina, que como dicen algunos distribuidores, se puede ir graduando progresivamente. Hasta que sustituyes el tabaco por otra sustancia. La nicotina que contiene suple la abstinencia física y permite regularla. Algunos fabricantes simulan el golpe en la garganta de una bocanada de humo, para que exista una menor diferencia. Pero la hay.

El vape y el cigarrillo son dos formas diferentes de consumir tabaco. Mientras el humo del cigarrillo es más denso y se saborea durante más tiempo en la boca, el vapor es más liviano y baja antes por la garganta. Como consecuencia, no calma la ansiedad del fumador habitual, que termina vapeando compulsivamente para saciar su dependencia psicológica, lo cual tampoco es bueno.

Es algo parecido a lo que podría suceder con un fumador de cigarrillos que se pasa a fumar en pipa. El tabaco se asimila de manera distinta. El fumador no logra saciarse y está fumando en la pipa continuamente.

Si te pasas al vapeo para dejar de fumar, no pienses que es una panacea. Con vape o sin él, el factor decisivo para dejar el tabaco es la fuerza de voluntad.

Vapear atrae a los jóvenes.

Alba Mengual, psicóloga del instituto Centta aseguró a la web de la Sexta- Noticias en un reportaje sobre vapeadores, que el vape y la cachimba se estaban volviendo muy populares entre los jóvenes españoles. Esto se debe, según ella, a que en la adolescencia hay una mayor necesidad de experimentar y probar nuevas sensaciones, al estar el joven buscando su propia identidad. Intenta desmarcarse de los adultos, que hasta hace poco le servían de referencia y hacer cosas diferentes a las que hacen ellos. Al no estar el vape muy arraigado entre personas de edad superior, eso también le incita a probarlo.

En el Euro-barómetro que se elaboró en el 2017, un 21% de las personas encuestadas de edades comprendidas entre 25 y los 39 años habían probado alguna vez los cigarrillos electrónicos, mientras que en la población mayor de 55 años el porcentaje se situaba en un 6%.

En la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) realizada durante el curso 2018 – 2019, casi la mitad de los encuestados, un 48,9% habían vapeado alguna vez. De ellos, un 37,8% lo había hecho el último mes y un 14,9%, el último año.

Clara, de 24 años, asegura que vapea solo cuando sale con sus amigas de fiesta, se considera una vapeadora social y asegura no tener ninguna dependencia. Andrea, de 19 años, dice que descubrió el vape durante las fallas de Valencia, gracias a un amigo. Le llamó la atención su sabor, más agradable que el tabaco. Y más económico, según comenta, mientras el tabaco le duraba una semana, un vape le dura un mes. Álvaro, de 28 años, dice que le gusta fumar en cachimba y que para él, el vape es como una cachimba portátil, por eso lo consume.

Vapear sin nicotina.

Esta tienda de vaper desechable online, nos asegura que los vapeadores sin nicotina no crean adicción y que son una experiencia diferente.

En los últimos años, los vapes de usar y tirar han pasado a sustituir a los cigarrillos electrónicos recargables. Es un dispositivo electrónico que cuenta con un cartucho incorporado y que cuando se agota se desecha. No tienes que recargarlos con líquido y no mezcla los sabores. Se venden en estancos como el tabaco.

Tienen una duración media de entre 400 y 800 caladas (pufs), cuando no se utiliza se recomienda tapar la boquilla con el protector de goma que lleva incorporado y no dejarlo expuesto al sol, ni a altas temperaturas.

En cuanto a sabores existe una gama muy amplia, depende de cada fabricante. Desde dulces con sabor a caramelo, chocolate, tarta de queso o cookies, otros con sabor a refresco de cola, bebida energizante o limonada, otros con sabor a helado de diferentes gustos y los clásicos de vainilla y menta.

Algunos modelos vienen acompañados con un toque helado, que libera un golpe de frescor en cada calada, que va directo al paladar.

Sin duda, los más populares son los de fruta. Desde los más tradicionales como pueden ser manzana, uva o fresa, hasta otros más exóticos como el mango, bayas silvestres, fruta de la pasión o sandía.

Vapear sin nicotina, solo por placer, es una experiencia completamente distinta a ninguna otra que hayas probado antes.

 

 

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