¿Quién ha dicho que disfrazarse es algo que solo es típico de determinados momentos del año como lo son el carnaval o Halloween? Esa es la idea que se ha mantenido durante muchos años pero que ya no es tan real en los momentos en los que nos encontramos. Y es que disfrazarse se ha convertido en una tendencia en una variedad muy amplia de momentos. Todo el mundo sabe que ponernos un determinado traje es sinónimo de alegría, de felicidad y de diversión y nadie quiere perderse esa clase de sensaciones. Y más aún después de todo lo que hemos pasado en los tres últimos años.
Además de por la llegada de Halloween y Carnaval, hay un montón de razones por las cuales una persona puede disfrazarse:
- Para un cumpleaños o cualquier celebración con familia y amigos.
- Para una despedida de soltero o soltera. Disfrazarse para este tipo de eventos se ha convertido en una de las modas de la última década.
- A causa de la llegada de la Navidad. Los disfraces de Papá Noel, de Rey Mago o de cualquier figura que tenga que ver con el periodo navideño son tradicionales y vuelven a estar de moda en estos años que corren.
Vamos a centrar nuestra atención en los disfraces que se sacan del armario al que se adquieren para la Navidad, porque lo cierto es que este período del año tiene cada vez una presencia más grande en la vestimenta de la gente. Una de las mejores pruebas que tenemos para ejemplificarlo es una noticia publicada por el diario La Vanguardia en su página web en la que hablaba de cuáles habían sido los disfraces más variopintos que se habían visto en el sorteo de la Lotería de Navidad del año 2019. Y es que hablamos de una época del año en la que hay mucha gente que quiere disfrutar y que quiere sacar partido a cada minuto.
Disfrazarse en Navidad es una tendencia que cada año comparte más gente y que poco o nada tiene que ver con la edad, con nuestra posición social y económica o con nuestras creencias. Y, como es lógico, los negocios dedicados a la venta de disfraces han encontrado en este periodo un nuevo agosto. Así nos lo han indicado desde La Casa de los Disfraces, cuyos responsables aseguran que cada año es menor la brecha que existe entre la facturación que se obtiene en Halloween o Carnaval y la que se extrae en las semanas previas a la Navidad. Al parecer los disfraces animales son los que copan el mercado en los niños más pequeños pero son los de películas o dibujos animados los que crean tendencia entre los mayores de 5 años.
No mentiríamos si dijéramos que los disfraces que suele elegir la gente para Navidad cumplen con su cometido, que es hacer disfrutar a la gente de un momento del año tan especial como este. Solemos aguantar todos los entresijos de la rutina diaria para disfrutar de los momentos especiales que cada año tiene reservados para nosotros y lo cierto es que la Navidad está repleta de momentos especiales como de los que estamos hablando. Que sean tan esperados se debe, entre otras cosas, a los momentos en los que los disfraces conforman nuestro atuendo y el de nuestra familia o amigos.
Los jerseys navideños también están de moda
Seguramente haya sido testigos también de un aumento de la cantidad de jerseys navideños que se ven por las calles durante los últimos días de diciembre y los primeros de enero. Se están convirtiendo en una tendencia en eventos como las comidas o cenas de empresa y lo cierto es que tiene toda la pinta de que así lo va a seguir siendo de cara a los años que están por venir. Si va a servir para que vivamos estos momentos con la intensidad que merecen, que sea bienvenido.
Disfrazarse es positivo incluso aunque no exista ningún motivo que nos empuje a ello. Por ello, os animamos a que nunca dejéis de hacerlo si tenéis ganas de pasarlo bien y de disfrutar de vuestro momento de ocio como realmente se merece. No conocemos a nadie que se haya arrepentido de haberse disfrazado en algún momento de su vida y esta es la mejor muestra de que este tipo de actuaciones funcionan de lo lindo para dibujar una sonrisa en nuestra cara y en la de todos aquellos y aquellas que se encuentran a nuestro alrededor.
No podemos olvidarnos en ningún momento de lo importante que resulta intentar ser felices. Seguro que hay muchas cosas que nos permiten alcanzar este objetivo. Perseguirlas será la mejor manera de construir una vida que merezca la pena ser vivida. Y aprovechar cualquier momento para disfrazarnos y disfrutar de las sonrisas que eso provoca nunca va a estar de más. Si somos capaces de hacerlo, dentro de unos años miraremos al pasado con una mezcla de alegría y risas.
