Si existe un libro universal que no pasa de moda y siempre es tenido en cuenta tanto en dentro del sistema educativo como en casa, ese es, El Principito. Con esta idea en mente, hemos consultado al personal docente de Madre de Dios Ikastetxea, sobre la atemporalidad del libro. Si bien es cierto que se trata de un libro de fantasía, en el cual, el joven principito vive en un planeta al cuidado de una rosa, sus enseñanzas, siguen y seguirán vigentes durante, al menos otro siglo.
La propia filosofía de vida que el autor, Antoine Saint – Exupéry, plasmó en este breve libro infantil, puede ayudar en la actualidad a infinidad de personas. No se trata de un libro de autoayuda, aunque sobre decir esto, cabe matizarlo, porque sin duda, las enseñanzas de El Principito, no son en clave de autoayuda pero ayudan a la reflexión. Invitan a ello.
Leer este libro a una edad temprana es recomendable, no solo por el placer de la lectura que ofrece, la imaginación que destila junto a la sencillez, lo convierten en un libro de cabecera esencial a cualquier edad. Volver a sumergirse en sus páginas a la edad adulta, aportará esa noble visión del mundo y las personas que ya, habías olvidado.
¿Se trata pues de un libro infantil? Como ya hemos dicho, se trata de una lectura recomendada para el público infantil. En clara contradicción, existen numerosas versiones que han sufrido una adaptación para resultar más accesible a este público. No podemos olvidar que la mayoría de los mensajes no pueden ser asimilados de la misma manera por un adulto que por un niño. En ocasiones, resulta que los adultos, son mas incapaces todavía, aunque no es ese el tema. Lo que está claro, es que El Principito cuenta en su haber con algunos mensajes velados para los más pequeños.
No obstante, con independencia de que algunos de esos mensajes sean complicados de entender para los más pequeños, debido indudablemente a la poca experiencia vital, esa misma concepción, lo convierte en un libro ideal para niños.
Tanto a nivel de personajes, sabiamente confeccionados por su autor, como a nivel del protagonista y su interacción con el entorno, se trata de un libro que solo los niños pueden asimilar. Las situaciones que vive el protagonista de este singular libro, van más allá de lo real, lo absurdo de algunos pasajes, están claramente concebidos para la imaginación más fértil. Esa es, sin duda, la de un niño.
Citando a su autor: lo esencial, es invisible a los ojos. Solo la inocencia de un niño, le dota de la capacidad para observar lo esencial sin tener que mirar.
Razones para leer El Principito, seas grande o chico
Tanto el mindfulness como el coaching o la psicología positiva, esta de actualidad. Estas especialidades que implican autoayuda, convierten a El Principito en un de esos libros siempre actuales que nunca pasan de moda. Como venimos diciendo, las enseñanzas que ofrece son una filosofía de vida.
La destreza de su autor, le confirió a su escritura la capacidad de plasmar en esta obre una filosofía de vida de la que muchas personas se pueden beneficiar. El Principito, como protagonista absoluto de la obre, es una filosofía de vida en si mismo. La manera de encarar la vida que muestra es de una brutal positividad, cargada de valores e inocencia.
Existen numerosas razones para leer y releer este peculiar libro.
Se trata de un libro para adultos e infantes. No importa la edad. Tratándose como se trata de un texto complejo y profundo en según que pasajes, se trata a su vez de un libro que invita a la reflexión. Su método es la atracción con la que cuenta, gracias al magnetismo de la metáfora que utiliza para captar la atención del lector y hacerle pensar en sus palabras.
Al mismo tiempo, El Principito se ha instaurado como libro de cabecera. Este pequeño libro, es fundamental en la mesilla de noche, o al menos en una estantería. Recurrir a él en según qué momentos, refuerza la capacidad de mantenerse a flote o resurgir.
Se trata de una lectura de la que aprender y con la que enseñar. Independientemente de la edad. Ideal para leerlo a los más pequeños cuando aún no han aprendido a hacerlo; esencial para que lo lean cuando ya han aprendido para seguir aprendiendo.
Las enseñanzas que pueden sacarse de su lectura, pueden ser diferentes en cada lector. La propia percepción e interpretación puede ser muy libre en según que casos. Aun así, el hecho de que este libro se considere universal en ciertos sentidos es que la conclusión a la que llegan la mayoría de sus admiradores, es la misma.
De ahí, la conveniencia de leer y releer estas menos de cien páginas cada vez que tengamos ocasión. Según el estado anímico del lector, entenderás sus palabras de una u otra manera. Los significados ocultos en las constantes metáforas, se descubren con cada relectura.
El amor del que habla este joven, entre un príncipe y una rosa que crece en un cráter, se trata del amor más puro e inocente que podamos encontrar. No se trata de un amor romántico, sino de un amor universal que trasciende a todas las cosas. El cuidado por lo que queremos es una de las enseñanzas principales de esta novela.
Otro aspecto a tener en cuenta es la creatividad que destila e incita a fomentar. Todo es cuestión de perspectiva: ¿un sombrero o un elefante engullido por una serpiente?
La voz de la razón que guía estas páginas, anima a perseguir sueños y alcanzar metas. Tomar decisiones respecto a aquello que te ha conducido a ser feliz o alejarte de las malas decisiones tomadas.
Y para terminar, sin duda, la mayor moraleja de este particular cuento: hay que valorar lo que se tiene. El protagonista sale de su pequeño mundo en busca de nuevas experiencias. Sin embargo, al final de su aventura, lo único que tiene presente es que quiere estar en su pequeño hogar, acompañado de su rosa.
Por estas razones y algunas más, añadiendo las personales de cada uno, este libro infantil, es una de esas lecturas que no pasan de moda y siempre hay que tener presentes. Adultos o niños, El Principito esta en cada uno, solo hay que dejarlo salir.