Un vehículo, una herramienta vital para los escritores

Hay un determinado sector de nuestra sociedad que considera que ejercer una profesión como puede serlo la de escritor es algo bastante fácil y que este tipo de empleos son de los más cómodos que nos podemos echar a la espalda en un país como el nuestro. La respuesta que tenemos para este tipo de personas, desde luego, es que su percepción se aleja bastante de la realidad. Y es que ser escritor no es en absoluto sencillo. Es un trabajo que nos exige estar intranquilos en todo momento y tener la capacidad de investigar y descubrir asuntos de todo tipo.

Para ser capaz de saber todo lo que concierne al asunto en concreto del que queremos escribir, no basta con que nos sentemos en una mesa y empecemos a escribir como si no hubiera un mañana. La situación es más bien la contraria. Necesitamos un tiempo de planificación en el que tienen cabida reuniones con expertos del campo del que vamos a escribir y la composición del esqueleto de la novela. Hasta que nos ponemos a escribir, pueden haber pasado perfectamente semanas o meses. A algún escritor o escritora seguro que también ha necesitado un año completo.

Seguir estos pasos es clave para que la novela sea el producto de un proceso coherente y pueda contar con todos los ingredientes para enganchar al público. Desde luego, si los grandes escritores españoles e internacionales lo han seguido, es evidente que es necesario apostar por él. De lo contrario, la historia queda expuesta a inexactitudes que pueden hacer que se tambalee y que reciba una buena cantidad de críticas que perjudicarán de una manera más que considerable al nombre del autor que la haya publicado. Este tipo de situaciones, por desgracia, son tan reales como la vida misma.

Pero es que, además, un escritor necesita una serie de herramientas para trabajar que van mucho más allá del ordenador y de un documento de Word. Imaginaos, por ejemplo, que el autor quiere escribir sobre la Guerra Civil, un conflicto que, como destapa esta noticia que fue publicada en la página web del diario El País, es el protagonista de 70 novelas al año en nuestro país. El autor, en este tipo de casos, necesita reunirse con una buena cantidad de historiadores que le transmitan los datos y acciones más relevantes y más concretos sobre cómo fue el conflicto en un lugar determinado. Y, además, necesitará un vehículo para llegar hasta allí y conocer la ciudad o el municipio en primera persona.

El trabajo de un escritor es uno de los más desconocidos por parte de la sociedad en general. Y es que un profesional de este gremio necesita, entre otras cosas, organizar un montón de reuniones con especialistas del tema que quiere tratar a fin de que no se le escape ningún detalle. Y eso nadie lo tiene en cuenta. Además, y para ello, necesita un medio de transporte. Hace algunas semanas, desde Transportes Trans Thalía, una entidad dedicada al transporte de vehículos por carretera, nos hablaron de uno de los clientes que habían depositado su confianza en la entidad y que era escritor. El hombre, según parecía, acababa de comprarse un coche en Alemania precisamente con el objetivo de que esto le sirviera para llegar a todos los lugares que envolvían alguna de las escenas de sus historias.

Este tipo de anécdotas son de lo más habituales en los tiempos que corren para los profesionales del mundo de la literatura. Pero son cuestiones que se desconocen y que, por desgracia, a veces, suelen provocar que haya muchas personas que definan la labor del escritor como algo «fácil» y «cómodo». Y es que está claro que esto no es así ni mucho menos. Podemos preguntarle a cualquier escritor que se precie para que nos saque de dudas, si es que todavía las tenemos.

Una producción literaria que crece con el tiempo

El portal web de eldiario.es informaba en una noticia de cuáles fueron los diez libros más vendidos en España durante el año 2018. Pero lo que nos interesa es la información con la que abre la noticia, que es que la venta de libros volvió a crecer durante ese año en un 1’9% con respecto a 2017. Esta es una buena noticia y esto habla a la perfección del trabajo que vienen haciendo nuestros profesionales literarios, un trabajo que es encomiable y no siempre valorado.

Estamos convencidos de que, de cara al futuro, va a ser más valorado un trabajo como este. Porque pocas cosas hay más importantes que la difusión cultural que proporciona este tipo de profesionales y que habla a la perfección de la cultura española y latina en general. Hay que apostar por la cultura y es evidente que los escritores son los recursos humanos más adecuados para ello. Y es que, de no ser por su trabajo, ni encontraríamos historias que nos hacen vibrar ni nuestra lengua tendría el reconocimiento del que dispone a día de hoy a nivel internacional.