Los fetiches, una parte de la sexualidad de plena actualidad

Quizá a muchos les extrañe el titular, pero lo cierto es que cada vez somos más las personas que rompemos el tabú de la sexualidad para dar rienda suelta a nuestros gustos, a nuestras preferencias y poder vivir la vida con gusto y disfrute. En este sentido, de un tiempo para esta parte, los fetiches son una parte de la sexualidad que está cada vez más de actualidad y es que poco a poco todos nos vamos descubriendo y desinhibiendo y con ello damos rienda suelta a nuestro placer.

En este sentido, a lo largo de este post os queremos hablar de algunos de los fetiches sexuales más comunes que nos encontramos en nuestro día a día y que, aunque a veces lo creamos, no somos los únicos en el mundo a los que nos atrae, por lo que, entre otros, los más habituales pasan por:

  • Los pies. El fetiche por excelencia es aquel que tiene que ver con todo lo relacionado con los pies. Conocido como foot fetish, podemos observar diferentes prácticas con distintos grados de intensidad dentro de él: hay gente que se excita solo con la observación de los pies ya sea en su totalidad, o a través de unas sandalias en verano. Otro tipo de fetichistas necesitarán ir más allá y tener contacto con esa parte del cuerpo, masajearlos, o incluso llevárselos a la boca para sentir más placer. Además, cabe reseñar que los accesorios también son muy apreciados en este tipo de fetiches, siendo los más habituales los anillos para los dedos, las pulseras tobilleras o las uñas pintadas y decoradas.
  • Los zapatos o botas de tacón alto. Otro de los fetiches más compartidos en todo el mundo es el de los zapatos de tacón alto o botas altas. La imagen de nuestro amante vestido únicamente con unos zapatos, o mantener sexo únicamente con el calzado puesto, son pensamientos que se repiten entre quienes disfrutan de este fetiche. Del mismo modo, el interés por el calzado puede venir derivado a su vez del fetiche de pies: a veces la estimulación viene de ver a través de los zapatos unos pies que nos excitan. El tacto del calzado, el olor de los pies que han estado en ellos… todo suma.
  • El cuero y la piel. El uso de elementos de cuero y piel durante las relaciones sexuales es uno de los fetiches más extendidos en todo el mundo. Además de eso, el cuero, el látex y la piel se han convertido en un símbolo universal que se relaciona con las prácticas del BDSM. Máscaras, látigos, correas para atar… todo está permitido en este fetiche. Pero lo cierto es que este fetiche va mucho más allá de lo convencional, puesto que cada vez más gente se gasta mucho dinero en comprar productos de estos materiales. En este sentido, si vosotros soy fetichistas de la piel, nosotros os recomendamos que recurráis a Breton para solicitarles todo aquello que deseéis y es que, si bien es cierto que ellos no se dedican específicamente a las prendas, lo cierto es que su trabajo en piel es exquisito y todo ello pasa por estar cada una de sus creaciones echas a mano con el mayor de los mimos y cuidados.
  • La lencería. Este fetiche es otro clásico y es que como decía Christian Dior: “La verdadera elegancia se halla en las zonas ocultas a la vista”. Pero no solo eso, sino que, además, la lencería, las medias, los corsés… son objetos de excitación y de deseo para aquellos que se consideran fetichistas de este tipo de prendas. Los diferentes tipos de tejido o las sensaciones que estos transmiten, logran disparar sus sentidos y aumentar el nivel de excitación. En este sentido, la lencería erótica tiene muchas más funciones más allá de la más conocida que sería la de provocar excitación. Es capaz de provocar el deseo, reavivar la pasión, mejorar la autoestima y autoconfianza…
  • La ropa interior usada. En este punto es interesante diferenciar la ropa interior de la lencería porque en este tipo de fetiche lo que prima es la excitación a través de la ropa interior cuando ya ha sido usada. A veces ni siquiera será necesario ver esa ropa interior puesta sobre la otra persona, sino tener alguna prueba de que es una prenda que se ha utilizado. Sobre este fetiche, con la llegada de internet y la venta online sin intermediarios, el acceso a este tipo de prendas es cada vez más sencillo y más demandado por los fetichistas.

¿Qué tipos de fetichismos nos podemos encontrar?

Como es lógico y a estas alturas ya os habréis imaginado, no a todos los fetichistas les gustan las mismas cosas, ni ser fetichista significa que sientas atracción por todos los fetiches habidos y por haber. Puedes sentir una atracción especial por algún objeto en concreto, ese será tu fetiche, mientras que otra persona puede sentir atracción por determinada zona del cuerpo o alguna característica muy concreta. En este sentido, existen tanto tipos de fetiches como personas, tantos que podemos decir que la lista es interminable, pero si estableciésemos una clasificación podríamos agruparlos de la siguiente forma:

  • Partes del cuerpo: generalmente no vinculadas directamente con lo erótico, como pueden ser los pies, las manos, el ombligo, las orejas…
  • Características corporales: una persona con tatuajes, un color de un color determinado, los piercing y dilataciones… una estética en concreto.
  • Prendas y complementos de vestir: sentir excitación por la lencería, las prendas de látex, la piel, el cuero…
  • Objetos y prácticas: zapatos de tacón alto, un espejo, un antifaz, la utilización de unas esposas…

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