No hay nada como viajar para explorar cosas nuevas y permitir que nuestra capacidad cultural crezca de una manera exponencial. No cabe duda de que este elemento, la cultura, es primordial en nuestras vidas. Con ella, no solo vamos a tener un volumen mayor de posibilidades de encontrar un buen trabajo, sino que además vamos a ser capaces de eliminar defectos de nuestra vida como lo son el racismo o la xenofobia. Y es que, si hay quien dice que todo tiene ventajas e inconvenientes, nosotros aseguramos que no, que la cultura solo implica cosas buenas.
La cultura sirve para unir, para acercar países y gentes de muy diferente condición. Incluso sirve para acercar a personas de la misma condición. ¿Cuántas veces hemos viajado en un grupo de personas en el que no conocíamos a alguien y hemos terminado congeniando de un modo extraordinario con esa persona? Seguro que os ha ocurrido muchas veces. Y seguro que habéis experimentado pocas sensaciones que sean igual de gratificantes que estas.
Los españoles hemos subido un escalón en lo que a viajes se refiere. Según un artículo que fue publicado en el diario Heraldo, los españoles viajan al extranjero un 37% más que hace medio siglo, algo que pone de manifiesto en primer lugar que tenemos un mayor afán por salir de nuestro país y viajar y, en segunda instancia, que tenemos un poder adquisitivo que poco a poco va diciendo mejor. Estados Unidos y los países del norte de África son los más demandados por parte de las personas de nacionalidad española.
Otro artículo, en este caso publicado en el diario 20 Minutos, informaba de que en 2017 los españoles fueron más viajeros que nunca. El volumen de viajes de personas de nuestra nacionalidad ascendió en un 6’5% aproximadamente y el gasto total se situó en 44.000 millones de euros, algo que pone de manifiesto que en este país tenemos muchas ganas de viajar y de descubrir un buen elenco de culturas. Y es que no se pueden aprovechar mejor unas vacaciones o varios días libres en el trabajo que viajando y descubriendo lugares nuevos.
Uno de los aspectos que mejor da a comprender una cultura es, sin lugar a dudas, la comida que es tradicional en el lugar en el que es predominante esa cultura. La comida es una de las mejores definiciones de dicha cultura y es eso lo que andamos buscando cuando salimos más allá de nuestras fronteras. No cabe duda de que una de las cuestiones de la que siempre nos vamos a acordar cuando viajamos es de la comida. Seguro que sí habéis salido de España en alguna ocasión os ha pasado. Y seguro que se lo habéis escuchado comentar a vuestros familiares y amigos después de uno de sus viajes.
Los dientes pueden amargar un viaje tan especial
Solo hay una cosa que puede amargar uno de nuestros viajes al extranjero y que nos impediría disfrutar de un elemento tan importante en una cultura extranjera como lo es la comida. Esa cuestión es la que se refiere a nuestros dientes. Según nos han comentado recientemente los profesionales de Caredent Albacete, una dentadura que no está cuidada y que es sensible ante determinadas comidas es el principal que tienen los españoles a la hora de salir de nuestro país y probar la comida de otros lugares. Esto constituye una faena de lo más molesta.
La solución, como no podía ser de otra manera, es la de cuidar de nuestra dentadura durante todos los días, algo que poco a poco parece estar siendo cada vez más habitual entre los españoles pero en lo que todavía nos queda un margen de mejora más que importante. Y es que merece la pena viajar a otro país (o incluso a un restaurante de otro país en nuestra ciudad) para comenzar a degustar sus platos típicos y comprender más cosas acerca de la vida que es típica en dicho país.
Se acercan los meses de primavera y verano y es el momento para que muchas familias o grupos de amigos empiecen a organizar y decidir dónde quieren ir este verano. Es cierto que habrá muchas personas que prefieran viajar a otros lugares de España sobre todo porque el precio de hacerlo es más asumible. Pero, desde luego, sabemos a ciencia cierta que habrá mucha gente que quiera ir más allá y disfrutar de lugares que, como mínimo, hay que ver una vez en la vida. La comida jugará un papel importante en la valoración de dicho viaje.