Hacer un mundo mejor es cosa de todos. Pero es necesario que todos, tomemos conciencia de la necesidad del cambio. La responsabilidad social ambiental consiste en una serie de acciones llevadas a cabo las empresas para intentar minimizar el impacto que el desarrollo de su actividad empresarial genera en el medioambiente. Se trata, pues, de respeto a la naturaleza, al entorno en el que se mueven.
En la actualidad, la responsabilidad social ambiental, ya es una cuestión de estrategia para las empresas. De no ser así, las consecuencias no se harán esperar y no serán nada buenas. Son muchas las personas que han decidido cambiar de hábitos y empezar a llevar unan vida eco-friendly, y empezar a coger rutinas más saludables y sostenibles. La toma de conciencia es, en este sentido, fundamental, y no solo a nosotros mismos, sino a los demás. Cualquier pequeño gesto o acción cotidianas, por muy pequeño que sea, a la larga, será muy beneficioso.
Lo de “por una vez no pasa nada” y palabrería de este tipo, son solo excusas para no hacer las cosas bien, para no esforzarse en cuidar la naturaleza y hacerlo día a día, hasta convertirlo en un hábito. Porque a nosotros corresponder enseñar a las siguientes generaciones a respetar el medioambiente, a reciclar, a usar menos papel, a ir siempre al súper con bolsas reutilizables.
Responsabilidad social ambiental en el entorno empresarial
La responsabilidad social ambiental, también afecta la entorno empresarial y consiste en el compromiso que adquieren las compañías para preservar el medio ambiente, a fin de compensar que provocan en la naturaleza con sus actividades. Se trata de analizar todos los recursos naturales que la empresa utiliza para el desarrollo de sus actividades normales, como el agua, la energía eléctrica o las materias primas, por ejemplo.
Y es que el poder de los consumidores es más grande de lo que imaginamos e influye de manera significativa en la empresa cuando ha de tomar decisiones. Hoy, el consumidor exige a la empresa responsabilidad y respeto por el medioambiente. Los clientes de las empresas, ya se han concienciado y quieren que esa misma conciencia llegue a la empresa. Los clientes ecofriendly quieren hacer sus comprar en empresas que compartan con ellos una filosofía, unos valores. Exigen productos que, durante el proceso de fabricación, se ha intentado reducir el impacto negativo sobre el medioambiente.
Un ejemplo de responsabilidad social medioambiental es BioPlásticos Alhambra, fabricantes especializados en bolsas de plástico, que ha obtenido el Certificado de Calidad ISO 9001 el 25 de abril de 2002, aplicado a la fabricación, manipulación, impresión y comercialización de film, láminas, bobinas y bolsas de polietileno y biodegradables. Su sistema de calidad es revisado cada año por Bureau Veritas Quality International España, S.A. Desde 2000, están unidos al Acuerdo Voluntario entre Ecoembes, fabricantes de bolsas de un solo uso, y el comercio y la distribución, que facilita la gestión del punto del verde para sus clientes, así como el cumplimiento de la Ley 11/1997, de 24 de abril, de envases y el resto de normativas. Esta emprea obtuvo la certificación de producto por Bureau Veritas para Bolsas Reutilizables, además de la certificación ISO 14001 de Medio Ambiente.
Los consumidores responsables, han provocado el surgimiento de un nuevo tipo de marketing, el marketing ecológico y las empresas, llevan a cabo acciones de marketing ecológico de formas distintas: puede centrarse en el área comercial y en los procesos de elaboración, tomando las medidas oportunas para no dañar al medio ambiente y comercializar un producto final que no contamine, que no genere residuos y que durante el proceso de fabricación se hayan optimizado los recursos. Pero la estrategia también puede dirigirse a lo social, promoviendo iniciativas encaminadas a la toma de conciencia, de trabajadores y consumidores, sobre la necesidad de proteger y cuidar la naturaleza.
Los municipios de Sant Boi de Llobregat, Igualada y Granollers premia a los ciudadanos para aumentar la recogida de envases de plástico. Este es un proyecto piloto de Ecoembes, en colaboración con la Generalitat, que también empieza a probarse en localidades de la comarca del Pla de l’Estany, en Girona. En el año 2020 la iniciativas se extenderá a otros municipios y comunidades autónomas. Y es que mejor forma de incentivar a la ciudadanía que premiando sus buenas acciones.
“La idea es testar y probar como acelerar el reciclaje”, afirma Nieves Rey, directora de comunicación y marketing de Ecoembes.
Y tú, ¿ya has tomado conciencia de la necesidad de cambio?