¿Cómo la música nos ayuda a meditar?

Sabemos que la música tiene mucho poder sobre nosotros; es capaz de levantarnos el ánimo, motivarnos, inspirarnos y por supuesto hacernos bailar como si nadie nos viera. Puede despertar sentimientos de felicidad, tristeza, nostalgia, cambio… Por eso, desde que la música existe ha acompañado granes momentos en la historia de la humanidad, victorias, celebraciones; incluso, ha sonado de fondo en rebeliones y protestas; por no decir de lo importante que es en el mundo del cine y el entretenimiento, ayudándoles a escritores, actores y cantantes a contar su historia.

Hoy en día, incluso, la música es usada dentro de variedad de terapias de salud mental y físico, para ayudarnos a sanar. Un ejemplo es la meditación, practica milenaria que hoy es día e ha vuelto muy popular y es realizada por muchos para liberarse del estrés, relajarse, dormir, encontrarse consigo mismos y cuidar su salud mental.

Pero, más allá de ayudarnos a encontrar nuestra paz interior, la música dentro de la meditación puede lograr muchos más beneficios. Sigue leyendo y entérate de ellos.

¿Qué es la música para meditación?

Nuestros amigos de la Escuela de Crecimiento, especialistas en terapia transpersonal, nos explican que la meditación es entendida como un método para brindar claridad a nuestros pensamientos, permitiéndonos cultivar formas de ser más sanas y positivas para nuestras vidas, y transformándonos en personas nuevas con una forma más elevada de ver el mundo.

La música dentro de esta práctica utiliza los ritmos y las melodías para influenciar nuestras mentes. Por ejemplo, una música con un ritmo bajo, en clave mayor, sin elementos ásperos, puede llevarnos a un lugar más relajado y reconfortante.

Así, este tipo de música tranquila ayuda a la práctica de la meditación en el logro de resultados beneficiosos, de los cuales hablaremos a continuación.

Los beneficios de la música para meditación

  1. Alivio del estrés y la ansiedad

Unos de los beneficios de escuchar música mientras se medita es que nos ayuda a reducir nuestros niveles de estrés y de ansiedad. Esto porque la música suave y placentera nos calma, haciéndonos sentir más tranquilos, casi como que si las preocupaciones de nuestra vida desaparecieran. De hecho, hay estudios que demuestran que los trabajos que les ponen este tipo de música a sus empleados tienen un nivel de estrés menor que el de aquellas oficinas en las que hay música fuerte o ningún tipo de música.

  1. Sueño

Al tener un efecto calmante en nosotros, la música suave hará que nuestro cuerpo se relaje también y se prepare para tener una noche ininterrumpida y reparadora de sueño.

  1. Meditación más profunda

La combinación de música y meditación, permite al individuo entrar un ambiente de reflexión y relajación más profundo que por lo tanto les permite conocerse mejor a si mismo y aquietar los pensamiento.

  1. Mejora la salud física

No obstante, la música no solo trae beneficios a nivel mental, sino también sobre el bienestar físico del individuo. Esto porque el cuerpo puede relajarse y descansar de verdad dentro de la atmosfera de tranquilidad  que se crea con la meditación, en combinación con la, música, ayudándolo a reponerse del cansancio y realimentando músculos y extremidades.

  1. Ayuda a concentrarse

La música para meditación  no solo trae beneficios durante la práctica de esta, también e puede ser ayuda para, por ejemplo, cuando quieres concentrarte y luchar contra las distracciones en el trabajo o el estudio, permitiendo que tu mente no se disperse de tu tarea.

  1. Yoga y spa

La música también es la compañera perfecta de los largos baños calientes para relajarse y las prácticas de yoga en casa, ya que esto te permitirá concentrarte más en tu tarea, el aquí y el ahora, a relajarte y a regalarte un tiempo completamente para ti.

  1. Alimentación consciente

Incluso, la música lenta puede ayudarnos a una mejor digestión. Esto porque muchas veces solemos comer apurados por el estrés de cumplir con nuestros horarios y todas las tareas que hacemos en el día, lo cual es malo para nuestro sistema digestivo. Por el contrario, la música relajante nos permitirá comer con más lentitud, disfrutando más nuestros alimentos y permitiéndole a nuestro cuerpo absorber todos sus nutrientes y digerirlos.

¿Cómo incluir la música en la meditación?

A continuación, te explicaremos como hacer ua sesión de meditación con música relajante, instrumental, religiosa o con sonidos naturales, la variedad de este tipo de música al que puedes acceder hoy en día es muy grande y te permite escoger la que más te relaje.

  • Encuentra un espacio cómodo y relajante.

Es muy importante que elijas una habitación de la casa en donde no vayas a ser molestado por otras personas, ruidos o agentes externos, en donde te sientas cómodo y tengas un lugar de tu agrado para sentarte a meditar.

  • Elimina las distracciones.

Intenta meditar luego de que hayas terminado tus ocupaciones del día par que no te apresures en  terminar y seguirte ocupando de tus asuntos; apaga ti móvil y la televisión para no distraerte con el medio externo y avisa a otros en tu casa que estarás ocupado y que no te interrumpan durante tu meditación.

  • Usa auriculares

Aunque puedes colocar la música en cualquier dispositivo de tu preferencia, si te colocas unos auriculares, evitarás distraerte con algún ruido externo y además sentirás que la música viene de dentro de tu cabeza.

  • Calienta y prepárate para la meditación haciendo yoga.

Hacer diferentes postura de yoga antes de la meditación nos ayuda a preparar nuestro cuerpo para adoptar la postura sentada durante todo el tiempo de la práctica y preparar nuestra mente para trabajar en nosotros mismo, dejando a un lado nuestras preocupaciones. Además, hay ciertas posturas que mejor nos ayudan a entrenar nuestra respiración, clave en la práctica de la meditación.

  • Selecciona la música adecuada para ti

Aunque te hemos dicho que la mejor música para meditar es la música suave e instrumental, la verdad es que no se trata de un único tipo de música, de hecho, puedes usar la que quieras.

Lo importante es que sepas reconocer lo que te hace sentir la música cuando la escuchas y escoger la que te haga sentir relajado y concentrado en el ahora; así, por ejemplo, si la música con letra o sonidos muy fuertes no te permite sentirte de esa forma, lo mejor es probar con otra.

De hecho, si logras escoger una música que de verdad disfrutes te puede ayudar a curar heridas psicológicas y a sanar tu estado mental.

  • Usa la música como una forma de centrar tus pensamientos

La idea de incluir la música en tu meditación es que puedas utilizarla como ese foco en el que centrarás tu  concentración para no distraerte en pensamiento y estímulos externos. Recuerda que es difícil lograr concentrarnos en el aquí y el ahora y los sonidos y el ritmo de la música se presenta como un excelente medio para lograrlo.

  • Concéntrate en tu respiración

Uno de los principales pilares de una buena meditación es la respiración. Debes estar respirando profunda y lentamente, y de ser consciente de tu respiración cuando entra y sale de su cuerpo. Al igual que si haces respiraciones largas, lentas y profundas puedes ayudarte a entrar en el trance de la meditación. Luego, puedes sincronizar tu respiración con la música, mientras piensas en como vas inhalando paz y exhalando preocupaciones.

  • Prueba la meditación del sonido

Existen diferentes tipos de meditación que puedes probar hasta conseguir con aquella con la que te sientas más cómodo, incluso puede alternar entre una y otra dependiendo de que resultado quieres lograr con la práctica. Por ejemplo, la meditación del sonido consiste en repetir un mantra personal una y otra vez acompañando a una música de fondo y que nos permite entrar en un estado de transe profundo.

  • Prueba diferentes tipos de música cada vez

Así como te recomendamos probar un tipo de meditación diferente cada vez, también lo hacemos con el tipo de música para meditar. Por ejemplo, si la música suave no funciona, cambia a una melodía más optimista y alegre, y si esto no funciona, busca música con letras que sean importantes para ti, que te motiven y despierten sentimientos de alegría, pero sin distraerte de la practica de la meditación. Así, hasta que des con aquella que te permita aprovechar el máximo de la práctica.

  • Varía el volumen

Otro consejo útil es que varies el volumen de la música. La recomendación general es la de colocar un volumen relativamente bajo para que funcione más como un sonido de fondo y no termine siendo un elemento dominante en la práctica.

Sin embargo, cada persona es diferente y podría necesitar un volumen diferente para aprovechar lo mejor de la música dentro de la meditación. Lo único importante es que no esté demasiado alto para que no puedas concentrarte, pero tampoco demasiado bajo que no se escuche.

Así, ya habrás creado el ambiente perfecto para hacer un viaje directo a tu interior en el que lograrás un relajación absoluta y obtendrá grandes beneficios para tu salud mental y física.