Acabamos de pasar una de las épocas del año más esperadas por muchas personas. La Semana Santa es deseada por muchas personas por muchos motivos. Uno de los principales tiene que ver con la propia fe católica. Y es que es perfectamente lógico que una persona creyente desee con todas sus fuerzas la llegada de estos días para ver su municipio o ciudad invadido por las cofradías y los nazarenos. Otro motivo tiene que ver con el simple hecho de coger unos días de vacaciones y poder desconectar después de muchas semanas consecutivas sin disponer de un solo día de fiesta. Quienes menos descanso tienen en esta época pueden disfrutar de 4 días seguidos de fiesta, que no está nada mal. Los que tienen más suerte, cogen la semana entera.
Lo que está claro es que hablamos de un periodo del año que tiene magia. En los párrafos que siguen, vamos a hablar de algunas de las cosas que rodean a las procesiones que se celebran a lo largo y ancho de todo el territorio español. Y es que estamos hablando de una verdadera tradición, una tradición arraigada en la totalidad de nuestro territorio y no cabe la menor duda de que debemos conservarla. A fin de cuentas, la Semana Santa forma parte de nuestra cultura y lo que consideramos lógico es que lo siga siendo, con independencia de si somos más o menos creyentes.
Para hacernos una idea de la magnitud que tiene la Semana Santa en España, os compartimos una noticia que vio la luz en la página web del diario Heraldo y que manifestaba que 10.000 cofradías iban a procesionar en España en la Semana Santa del año 2015. El número es similar casi una década después y lo cierto es que esta es la mejor prueba para mostrar que estamos hablando de algo que mucha gente siente como suyo. Desde luego, no cabe la menor duda de que estamos hablando de un momento que causa sensación incluso entre las personas que no salen en las procesiones pero que admiran todo lo que rodea a esta celebración: el trabajo en equipo en las distintas cofradías, los detalles de los que dispone cada imagen, la pasión con la que viven esta época los más fervientes…
Hablamos de una época en la que se promueve algo que también es muy nuestro: el turismo. Solo hemos tenido que echar un vistazo a las noticias para ser conscientes del enorme volumen de desplazamientos que se han ido produciendo durante esos días. Son muchas las personas que van a la costa en estos días para huir del frío que nos ha amargado la vida durante los últimos 4 o 5 meses. También son muchas las personas que acuden a ciudades en las que la Semana Santa se vive con especial pasión, como son los casos de Sevilla o Málaga, entre otras muchas. Por tanto, hablamos de un momento que es idóneo para los negocios del sector turístico, que no podemos olvidar que es el principal baluarte de nuestra economía.
Según una noticia publicada el año pasado en el portal web del Diario de Sevilla, el turismo en la capital hispalense durante la Semana Santa alcanzó en 2023 los niveles prepandemia con una media de ocupación del 84% en los hoteles, lo cual permitió que la facturación del sector turístico aumentara en un 10%. Y estamos convencidos de que las cifras de este 2024 han sido todavía mejores. A medida que hemos ido recuperando la normalidad, la gente ha querido volver a disfrutar de eventos como de los que estamos hablando y en lugares privilegiados como lo puede ser la propia Sevilla. Para quien adore la Semana Santa, no hay una manera mejor de disfrutar hasta el último segundo de ella.
Son muchos los motivos por los cuales podríamos recomendar visitar cualquier ciudad que destaque por su Semana Santa durante ese momento del año. La pasión con la que se vive esta tradición invita a disfrutar de ella durante cada segundo y no es de extrañar que sean muchas las personas que viajan hasta ciudades como Málaga o Sevilla en esa época del año para vivir la experiencia. Se trata de algo que copa los cinco sentidos de manera literal. Y es que el olor a incienso que se extiende por dos ciudades como las que acabamos de comentar es una de las principales razones por las cuales la gente considera estas dos ciudades como grandes adalides de la Semana Santa en España. Así es como nos lo han indicado desde el Palacio de Incienso, una tienda online en la cual es posible adquirir incienso cofrade.
Una manera de disfrutar con independencia de cuál sea tu edad
Si hay algo que define a la Semana Santa es que cualquier persona puede disfrutar de ella. Son muchas las personas de todas las edades que adoran ver las procesiones o incluso tomar parte en alguna de ellas. Los más mayores, quizá por el hecho de que suelen ser los más creyentes, sacan el máximo rédito posible de esta época del año en lo que a disfrute se refiere. Y los más pequeños la suelen vivir con ilusión porque se trata de un momento del año en el que no tienen cole y escapan de la rutina habitual. Los adultos, por su parte, pueden encontrar la manera de hacer algo diferente también durante algunos días en los que el trabajo suele darles un respiro.
Hay que tener en consideración que también los y las amantes del arte tienen muchos motivos para sonreír durante una época del año como de la que estamos hablando. Las imágenes, los estandartes, los faroles… tienen acabados y diseños que merecen ser valorados y que, desde luego, también hacen de nuestra Semana Santa un evento muy especial. Aunque una persona no sea creyente, puede encontrar motivos para sentarse a disfrutar de una procesión por lo que implica desde el punto de vista artístico, que no es poco ni mucho menos. E incluso también se puede disfrutar de ella simplemente por amor a la cultura. No hace falta, como decimos, ser el más devoto creyente para poder disfrutar de todo lo que tiene relación con este momento.
Lo que hemos indicado en los dos párrafos anteriores es clave para que la Semana Santa tenga la popularidad de la que dispone en el interior de nuestras fronteras. Que todo el mundo pueda tener un motivo por el cual disfrutar de ella es fundamental para que haya gente de todos los grupos sociales que adore este momento del año. Si este fuera un espacio de tiempo en el que solo los creyentes encontraran algún motivo para salir de casa, probablemente la Semana Santa no dispondría de los datos que tiene en la actualidad. No cabe la menor duda de que este es un aspecto básico para mantener la tradición y la enorme relevancia de la Semana Santa en la cultura de nuestro país.
Estamos convencidos de que la Semana Santa no va a perder la popularidad de la que goza en los años que están por venir. Como hemos dicho anteriormente, está claro que esta es una celebración que alcanza nuestros cinco sentidos y que nos estimula de diferentes maneras. A nadie se le ocurre imaginar un futuro sin el olor del incienso o de las torrijas durante los días finales de marzo o la primera quincena de abril. Es algo con lo que hemos crecido y con lo que queremos seguir durante el resto de nuestra vida. Nos parece lógico y normal que así sea… y estamos seguros de que esta tradición va a cambiar bien poco a corto o medio plazo.
Mantener nuestras tradiciones es una buena manera de mantener nuestra identidad, algo que es básico para conocer quiénes somos y en quién nos queremos convertir. Nadie tiene que renunciar a la suya ni avergonzarse por ella. Hemos hablado de algo que no le hace daño a nadie y que, sin duda, ayuda a combatir contra la rutina, permite que se generen ingresos extra en los negocios de cada pueblo y ciudad y, además, permite que ese pueblo o ciudad saque a su gente a la calle a disfrutar de algo que les une. En estos momentos en los que reina la crispación sobre todo en el plano político, encontrar algo que nos pueda unir es muy importante y la Semana Santa puede ser una de esas cosas.
Ojalá que nunca renunciemos a un periodo como este. Tiene un alto valor sentimental y artístico y la verdad es que, sin esos valores, seríamos un poco menos nosotros mismos. Creemos que existen motivos más que de sobra para seguir celebrando la Semana Santa como lo venimos haciendo y junto a los nuestros, que es la mejor manera de disfrutar de cada segundo de los que se compone la vida. Queda todavía un año para que llegue la siguiente y estamos deseosos de que no se nos haga demasiado largo. ¿Os pasa lo mismo?